Con 68 años de existencia, este 8 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Urbanismo, fecha que busca concientizar sobre la importancia de la planificación urbana, así como de la responsabilidad que tenemos ciudadanos y autoridades para construir ciudades amigables con el medio ambiente.
Ideado en 1934 por el urbanista argentino Carlos María della Paolera y oficialmente adaptada por varios países del orbe en 1949, hoy en día el Día Mundial del Urbanismo se conmemora en 30 países de 4 continentes.
Se trata de una fecha que busca la reflexión en pro de acciones que impulsen la planificación de las ciudades desde una perspectiva que permita a sus habitantes vivir con calidad al tiempo que busca equilibrar la relación ciudad/campo.
Y es que el ritmo tan acelerado que la urbanización alcanzó en el siglo XX ha hecho imperativo que los ciudadanos y autoridades del siglo XXI empujemos una nueva forma de desarrollar las ciudades en que vivimos pues son ellas el hábitat principal de los habitantes del tercer planeta del Sistema Solar.
Este debe ser el sentido con el que conmemoremos el Día Mundial del Urbanismo este y los siguientes años, siendo conscientes de la huella que dejamos en el planeta, en nuestra ciudad, en nuestro barrio, buscando desde la acción más simple marcar el cambio hacia la construcción de ciudades más amables y más completas para todos.
El camino para el urbanismo sustentable
En octubre de 2016, luego de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizará su conferencia Hábitat III, quedaron sentadas las bases para construir las ciudades del futuro, esas que ven por el equilibrio entre lo rural y lo urbano, esas que buscan un balance integral en el crecimiento y desarrollo de las ciudades.
La Nueva Agenda Urbana (NAU) toma como personaje principal al habitante urbano, de él y para él deben de venir todas las acciones que permitan que hoy y mañana las ciudades sean espacios inclusivos, sustentables.
Las ciudades del presente y del futuro deben ser espacios que privilegien la equidad, se trata de construir ciudades seguras, accesibles, resilientes de cara a lo que viene, tomando en cuenta los daños que los procesos de urbanización e industrialización del siglo pasado han causado al planeta entero.
La realidad del siglo XXI es la realidad del cambio climático, no hay más, así que la nueva forma en que los seres humanos desarrollen sus hábitats debe tomar en cuenta al medio ambiente, el urbanismo debe hacerse buscando no violentar al planeta, todo lo contrario, debe procurar que cada acción cuide y preserve a la naturaleza.
El uso de ecotecnologías en los inmuebles de las grandes ciudades, en el mobiliario urbano, el transporte alternativo, lanzar iniciativas que permitan una mejor accesibilidad y una mejor movilidad en las grandes urbes son parte de las prerrogativas de la NAU que hace hincapié en la necesidad de tener una perspectiva global al planear las ciudades del mundo.
Las ecotecnologías en la vivienda se tienen que volver parte del estilo de vida de todos los que habitamos en las ciudades pues la idea de que son las fábricas y los autos los que generan la gran cantidad de la contaminación ambiental es algo bastante errado. Los edificios departamentales, las casas, las oficinas consumen una gran cantidad de energía, los residuos que generamos los citadinos son enormes y por ello debemos de incorporar a las ecotecnologías en nuestro día a día.
Utilizar focos ahorradores de energía es algo indispensable tanto en casa como en la oficina, purificadores de agua, aislantes térmicos en ventanas, regaderas y excusados ahorradores de agua, utilizar electrodomésticos de bajo consumo además de separar correctamente la basura e incorporar la regla de las tres R (reusar, reciclar, reducir) son pequeñas grandes contribuciones que los citadinos de “a pie” tenemos que hacer por el bien de nuestras ciudades y por tanto, por nuestro propio bienestar.
México y su desarrollo urbano sustentable
Datos del Banco Mundial colocan en más de 127 millones las personas que habitan en México, por su parte el INEGI ha difundido que el 80% de la población de la República Mexicana es urbana.
Un total de 59 áreas metropolitanas congregan más del 55% de la población, es decir más de 63 millones de personas viven en zonas metropolitanas que integran más de una ciudad siendo, por supuesto la Zona Metropolitana del Valle de México la más grande e importante.
Alrededor de casi todas las ciudades principales de México existe una problemática que debe ser corregida ya: estamos hablando de las periferias dormitorio y las centralidades semipobladas.
El día a día de miles de mexicanos consiste en pasar tres horas, o más, yendo de casa al trabajo y del trabajo a casa, la realidad es que alrededor de las ciudades centrales, Ciudad de México, Guadalajara, Mérida, Querétaro, se han construido miles de áreas habitacionales, pero no se ha visto por dotar a dichas áreas de una economía propia, de espacios de entretenimiento, de su propia dinámica urbana y entonces, a las casas sólo se va a dormir y no se vive. Extenuados los trabajadores no disfrutan de sus propios hogares, sólo quieren llegar a la cama y punto.
Mientras las zonas centrales de las grandes urbes lucen edificios habitacionales vacíos, no alcanzan su potencial y por ello, parte de las estrategias de desarrollo urbano actual en estas ciudades están justamente enfocadas en repoblar las zonas centrales, en hacer de lugares que antes eran zonas industriales zonas habitacionales pues se trata de áreas bien conectadas, que cuentan con todos los servicios y que ya tienen una economía propia que permite dar una calidad de vida y una dinámica positiva a la población que llegue a vivir en ellas.
En México la reflexión que hagamos en este Día Mundial del Urbanismo debe ir encaminada en luchar contra estos males desde todos los frentes, debemos buscar mejorar nuestra calidad de vida y nuestra relación con los espacios urbanos en donde vivimos y trabajamos, tomar consciencia del impacto que tiene nuestro paso por una banqueta, por un parque, reflexionar sobre cómo nos tratamos los unos a los otros pues el urbanismo también involucra a las señoras Civilidad y Educación.
¿Cuál es nuestro papel en el Día Mundial del Urbanismo?
Las autoridades mexicanas deben planificar las ciudades de mejor manera, re-densificar las centralidades abandonadas y dotar a las periferias de todo lo necesario para que su economía florezca y sus habitantes puedan realizar su vida ahí, no pueden seguir existiendo personas que pasen tres, cuatro, cinco horas diarias en el tráfico para ir y venir de sus trabajos, ese modelo urbano es simplemente insostenible.
Dotar a las ciudades de un transporte público de calidad, construir también buenos espacios para los peatones, para los ciclistas, pues una ciudad inclusiva significa justamente pensar en todos los citadinos, no se puede pensar en la movilidad de una urbe a partir de un único sistema de transporte, todo lo contrario, se debe buscar fomentar el uso de otras alternativas para moverse pues el auto se ha convertido en uno de los grandes males de las ciudades mexicanas del siglo XXI.
A la par de buenos sistemas de movilidad, las periferias deben ser provistas de una economía dinámica a través de la atracción de empresas e industrias que se decidan por apostar por ellas, del impulso a los pequeños y medianos empresarios, de la construcción de lugares de esparcimiento, de centros comerciales, de hoteles, de hospitales y clínicas privadas, de espacios culturales, vaya, de todo aquello que los habitantes requieren.
Como habitantes de ciudades mexicanas tenemos que recordar que la ciudad es nuestra casa, que es el lugar donde nos relacionamos y formamos nuestros vínculos sociales, por tanto, debemos cuidarla y fomentar entornos creativos que busquen y generen el bienestar colectivo.
La huella que diariamente dejamos por cada lugar que pasamos debe ser positiva y no negativa y eso se consigue con acciones tan simples como no tiras basura en la calle, con ser amables con el que camina o se sienta a nuestro lado, con sonreír y ayudar al que se cae, con dar los buenos días y preguntar a nuestro vecino cómo está, con preocuparnos y ocuparnos por todos, en la medida que podamos, poniendo todos nuestro granito sin duda lograremos dar el paso hacia las ciudades del futuro, aquellas que nos permitan vivir mejor.
El Día Mundial del Urbanismo debe ser un momento de reflexión, reúnete con tu familia, con tus vecinos y juntos busquen formas de mejorar su entorno más próximo.