Buscaba el verdadero amor y encontré un puesto de tacos: nada más cierto para la gran mayoría de los mexicanos, por eso, hoy queremos una orden con todo: orígenes, estadísticas, un recorrido por la historia de algunos de los taquitos que más amamos y claro, recomendaciones para hincarle el diente a un buen taco: a disfrutar ya que es el ¡Día del Taco!
Desde 2007, el 31 de marzo, México celebra a uno de sus platillos más famosos y significativos: el taquito.
Nacido como una campaña de publicidad de Televisa (el slogan decía: “Porque a todo mundo le llega su día: Día del Taco, 31 de marzo”), el Día del Taco llega a sus dulces 16 convertido en una celebración absoluta que muchos gozamos.
Y no, por supuesto que los mexicanos no necesitamos un pretexto para echarnos un taco, nos basta una tortillita y tantita sal y salsa, pero, vaya, ya que está aquí, festejemos en grande a esta delicia culinaria.
TAQUIcardia: aceleración en el corazón cuando pasas un puesto de tacos
Los historiadores han situado el origen del taco en el mundo de los pueblos prehispánicos que habitaban nuestro territorio.
Las primeras evidencias de maíz nixtamalizado (proceso esencial para la creación de la tortilla) se han encontrado dentro de la cultura Olmeca.
Durante las guerras civiles que existían en los pueblos originarios que poblaban lo que hoy se conoce como México, los guerreros comenzaron a envolver su comida en tortillas pues de esta manera les resultaba mucho más sencilla ingerirla.
Moctezuma, el gran emperador mexicano, utilizaba ya la tortilla como cuchara y pronto, la costumbre de envolver la comida con la tortilla se popularizó entre el resto del pueblo pues no sólo era realmente práctico para comer, sino que, también, ayudaba a mantener los alimentos calientitos.
Al llegar los españoles y comenzar el mestizaje de las culturas, el consumo de alimentos carnívoros se elevó, lo mismo que la popularidad de colocarlos en tortillas, básicamente, los primeros tacos en forma habían sido creados.
Hoy, en México, echar el taco es, incluso, sinónimo de voy a comer algo, lo que sea. Otro más: ¿no me da pa un taquito? El taco está ahí: en la mente, mesa, mano, esquina.
Poco más del 28% de los mexicanos consideran a los tacos su platillo favorito, de ahí, que la industria de los tacos sea tan importante: genera más de 80 mil empleos directos que sirven alrededor de ¡22 toneladas de tacos al año!
Casi 50,000 taquerías están registradas, pero a esas, hay que sumarle las bicis con los ricos tacos de canasta, los puestos callejeros, los tacos placeros…
Así que, en su día, al taco se le celebra.
¿Cómo?
Pues en U-Storage te queremos contar sobre el origen de varios de los tacos más populares actualmente, plus, nos dimos a la dura tarea (not) de recorrer varias taquerías para poder darte verdaderas y geniales recomendaciones para que este Día del Taco te des una comilona espectacular
“En la forma de agarrar el taco se sabe quién es tragón”: tacos de Carnitas
Michoacán y Querétaro son los estados en los que se presumen las carnitas tuvieron sus orígenes.
Es muy probable que todos las hayan probado alguna vez en su vida, pero tal vez, hayas estado viviendo en muy lejano y no sepas que las carnitas es una forma de cocinar en enormes cazos de cobre la carne de cerdo con su propia manteca.
Obviamente, al ser cerdo, este platillo no se inventó hasta que la mezcla de las culturas prehispánicas y españolas tuvo lugar.
Se cree que cuando el imperio mexica había sido derrotado por Hernán Cortés y sus hombres, éste ordenó preparar la carne de cerdo y que los tlaxcaltecas (los aguerridos aliados de los españoles) proporcionaron las tortillas a forma de sustituir el pan que los españoles querían para acompañar su carne.
Poco más de 500 años han pasado y las carnitas se han convertido en un platillo representativo de la comida mexicana (esa que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en 2011) y la verdad es que no nos cansamos de ellas.
Cuerito, costilla, trompita, cachete, nenepil, nanita: sólo cebollita, salcita y limón o con su cilantrito también, ¿cómo te los comes tú?
¿Dónde?
Nosotros de recomendamos Aquí es Quiroga o Chema, una pequeña taquería ubicada en la colonia Santa María la Ribera, a un lado del Mercado La Dalia, entrando por Fresno.
Chema, el dueño te atenderá, o en su defecto, su hijo, tercera generación de una familia que ha hecho de las carnitas una verdadera gozadera.
Otro lugar más, dentro del Mercado de comida de Coyoacán, están las famosísimas carnitas El Charro, donde aún despacha el auténtico Charro y donde si pides un café negro te traerán una deliciosa bebida realmente refrescante (guiño, guiño).
Nuestra última recomendación, se dice, son las mejores carnitas de CDMX: El Gran Abanico, pues para el Día del Taco nos parece más que oportuno que te lances a esta taquería que se ubica por el metro San Antonio Abad y que abre TODOS LOS DÍAS de 10 de la mañana a 8 de la noche.
“Un taco al día es la llave de la alegría”: tacos de Canasta
Originarios de San Vicente Xiloxochitla, Tlaxcala, los tacos de canasta o tacos sudados son el manjar sobre ruedas que todos queremos encontrarnos en nuestro camino a casa, el trabajo o la escuela.
De papa, chicharrón, frijol, adobo, con su salsa verde. Se dice que ya en el Porfiriato se comían, sobre todo en las regiones mineras del país y luego fueron llegando a las grandes ciudades.
100, 150 tacos en una canasta chica, más de 500 en una grande. Los tacos de canasta son tan ricos y nos salvan siempre que la lombriz del apetito comienza a sonar en nuestra panza.
Rápido, en menos de 5 minutos, ya comiste y puedes seguir con tu vida.
Sobre las recomendaciones, ya sabes, topa a los señores, que suelen venir diario de Tlaxcala, y pide un par de cada sabor, ¿por qué no?
“A falta de amor, unos tacos Gobernador”
Era 1987, el entonces gobernador de Sinaloa Francisco Labastida decide visitar el restaurante Los Arcos de Mazatlán, su dueño, Eduardo Angulo, decide sorprenderlo con algo muy especial y único, sólo para él.
El resultado de esta historia: los tacos Gobernador. Esa mezcla tan extraordinaria de camarón, quesito derretido, tortillita dorada al comal.
Hoy, no sólo hay de camarón, también de marlín ahumado y se sirven ya también en tortilla de harina si así lo prefiere el comensal.
¿Dónde los puedes comer?
Te recomendamos, para empezar y si tu presupuesto lo permite, visites alguna de las sucursales de Los Arcos, el lugar originario.
Otro lugar super delicioso para comer un taquito Gobernador es El Peladito.
“Eres la piña de mi taco al Pastor”
Este es el taco que todos incluimos en nuestras órdenes, no importa si pedimos de otra cosa, un pastorcito no puede faltar cuando vas a comer tacos.
Deliciosos, exóticos, mezcla de dos mundos tan diferentes y a la vez similares: el árabe y el mexicano. Se dice que el taco al pastor tiene su origen en las shawarmas, un platillo israelí preparado con cordero, pan árabe, vinagre y distintas especias y que fue adoptado por los árabes.
Cuando a inicios del siglo XX el Imperio Turco Otomano cayó, una cantidad considerable de migrantes árabes llegaron a México, en Puebla se asentaron dos: Iskender Efendi y su abuelo, a quienes se les reconoce traer las shawarmas a México.
Para mediados del siglo pasado, muchos restaurantes de shawarmas existían en nuestro país y la receta original había dado paso a una nueva, con ingredientes mexicanos, incluyendo el toque de piña tan especial y que le es atribuido a la fundadora de , nuestra recomendación para que celebres con tacos al pastor este Día del Taco.
“Quien fuera el cilantro de tu taco para quedarme en tu sonrisa”: el taco Placero
Este taco es el taco más sencillo y poderoso que existe: tortilla, chicharrón, queso panela, nopales, cilantro, salsa.
Se dice que el taco placer se originó cuando al terminar la corrida en la Plaza de Toros México, la gente salía y encontraba afuera gente vendiendo tacos de chicharrón.
El taco placero puede llevar lo que se te antoje, en Morelos le ponen papa, jitomate, pápalo, en Puebla, requesón, aguacate, barbacoa o cecina, cada persona lo prepara distinto, pero a todos nos sale perfecto.
La recomendación para este Día del Taco con tacos placeros: vete al mercado, compra 5 pesos de tortilla, 10 de chicharrón, nopalitos y a echar el taco, literal.
¿Ya te dio hambre? A nosotros sí, así que nos vamos por unos taquitos para empezar a celebrar a Don Taco desde ya. ¡Provecho!
Y bueno, ya que nos comimos una o dos órdenes de tacos con todo y que nos sentimos muy mexicanos, por qué no hacer una breve revisión de otras cosas por las que vale la pena gritar: ¡Viva México!