En medio de una pandemia que parece repuntar en todo el mundo, el próximo 23 de octubre México rinde homenaje a todos sus médicos. Hoy, más que nunca, los trabajadores de la salud son imprescindibles, así que te proponemos reflexionar sobre su papel en nuestra sociedad.
Para convertirse en médico general, una persona tiene que estudiar entre 6 y 7 años de su vida aunque, en realidad, una vez que se ha tomado la decisión de estudiar Medicina, nunca dejarán de aprender y descubrir nuevas cosas. En caso de que quieran ser especialistas, los años que dedicarán a su formación se podrían duplicar.
Este complicado 2020, el respeto por los profesionales de la salud humana se ha expresado de muchas formas: llamados héroes, son aplaudidos desde los balcones de distintas ciudades, sirenas de patrullas suenan, se les canta el Cielito Lindo, no lo podemos negar, sin ellos, el escenario que enfrentamos por la pandemia de coronavirus sería aún más devastador.
Con más de 40 millones de casos a nivel mundial, la nueva enfermedad ha revelado que son pocos los países cuyos sistemas de salud estaban preparados para algo como lo que vivimos. Sin duda, México lo ha sufrido, la Secretaría de Salud federal ha reconocido que existe un déficit de cerca de 200 mil médicos y alrededor de 300 mil enfermeras para poder brindar la atención sanitaria que la población mexicana requiere.
En un país donde existe grandes sectores de la población con severos problemas de salud se estima que sólo hay 2.1 doctores por cada mil habitantes, esto de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
La situación es grave para nuestro personal sanitario, México se encuentra encabezando la lista de países con más bajas mortales entre sus doctores y enfermeros. Amnistía Internacional ha calculado que en todo el mundo alrededor de 7 mil profesionales de la salud han muerto por COVID-19, poco más de mil de ellos han sido mexicanos.
La Secretaría de Salud informó que de los poco más de 850 mil casos confirmados, los contagios entre el personal sanitario ya rozan los 100 mil casos, al respecto, la Organización Panamericana de la Salud precisó que entre el 28 de febrero y el 23 de agosto un total de 97 mil 632 trabajadores de la salud se infectaron en nuestro país.
Pero, los doctores, enfermeras y trabajadores de la salud no sólo se encuentran siendo vulnerados en sus espacios de trabajo por falta de material médico que garantice su seguridad, también, han sido objeto de actos de discriminación y violencia.
Médicas y enfermeros han sido atacados, se les ha negado atención y mientras, ellos, en primera línea, velan por la vida de millones de personas vulnerables y mientras ellos reciben ingresos que apenas los ayudan a vivir dignamente, cuando tienen suerte.
Por eso, en U-Storage creemos que es tan importante que nos hagamos un espacio en estos días y reflexionemos sobre el papel tan importante que desempeñan todas las personas que de una manera u otra, velan por nuestra salud.
El llamado de la salud
Fijado el 23 de octubre pues fue ese día cuando se fundó la Escuela de Ciencias Médicas en 1833, la conmemoración del Día del Médico se oficializó en 1937 y este 2020, creemos, es el mejor momento para que pensemos un poco lo que significa cuidar al otro, velar por su bienestar y salud.
La ciencia, el cuidado a los demás, la entrega son partes esenciales del corazón de un médico. Cuando se trata de escoger profesión, se dice que tanto el magisterio como la medicina son carreras vocacionales, se nace médico, se nace maestro y si claro, uno tiene que estudiar y prepararse para ello, pero para muchos, también tienes que tener dentro de ti la fuerza, la entrega para poder aguantar interminables turnos, la impotencia de los casos en que no se puede hacer mucho más, la presión de tomar decisiones correctas en poco minutos o segundos.
Los médicos lo entregan todo, lo ven todo también, mucho se habla sobre el callo que tienen que formar para aguantar los embates de la muerte, la furia e impotencia de pacientes y familiares en sus peores momentos. Dedicarse a la medicina es tener que ver al otro, se necesita mucha autodisciplina, ser escrupuloso, compasivo y tener siempre como primera preocupación y ocupación el bienestar de los pacientes.
Cuando uno estudia medicina o enfermería tienes que desarrollar la prudencia, eliminar muchos prejuicios, aprender a no dar nada por sentado, saber que no hay una verdad absoluta y que cada paciente es distinto. Los profesionistas de la salud son los confidentes de nuestro cuerpo, a ratos saben más sobre nosotros que nosotros mismos.
Los médicos deben ser empáticos pero al mismo tiempo aprender a no dejarse afectar de más por las pérdidas o reveses, aprender de ellas y seguir adelante, dejar en el consultorio y el hospital el dolor para no cargarlo a casa.
Ni héroes ni superhéroes: seres de carne y hueso
Durante esta pandemia, las fotos y artículos sobre el personal medico se cuentan por miles y nos dejan ver sus rostros cansados, con marcas por el equipo que deben de usar para evitar el contagio.
Historias de médicos que deciden alejarse de sus familias para no contagiarlas, historias de médicos que se enferman y luego de dos semanas, vuelven al frente de batalla para seguir atendiendo a los miles, millones de pacientes.
Los servicios de salud están rebasados, el personal agotado y nosotros, los llamamos héroes, los elevamos a un nivel donde les quitamos su vulnerabilidad, ellos tienen que seguir cuidándonos, pueden hacerlo, deben de, ¿cierto?
El ser humano es muy fuerte, resiliente, sin embargo, es de carne y hueso, se puede romper, puede enfermar, puede morir. Los médicos, los enfermeros, el personal dedicado a la limpieza de los centros de salud exponen su vida diariamente por nosotros, de ahí, que sea tan importante que contribuyamos en la medida en que podamos a reducir la velocidad de contagio.
Se trata de que no colapse el sistema sanitario, se trata de darles un respiro a todos los profesionistas de la salud, de cuidarlos a ellos como ellos nos cuidan a nosotros.
Somos un país de alto riesgo, nuestra población no sólo enfrenta la amenaza latente por la COVID-19, también está enferma de diabetes, obesidad, tienen problemas cardíacos, no tiene acceso a hospitales o clínicas, no cuenta con recursos, así que el trabajo que hacen los trabajadores de la salud es gigantesco y nuestra responsabilidad con ellos igual, sigamos cuidándonos, evitando ir a lugares con mucha gente, usemos siempre la mascarilla correctamente, quedémonos en casa lo más que podamos.
Una forma de honrar al personal médico es aprender a cuidarte, por eso, por acá te dejamos una pequeña guía para que refuerces tu salud en tiempos de coronavirus.