Abuelito, dime tú: el Día de los Abuelos en Tiempos de Coronavirus

El Día de los Abuelos es una fecha creada para celebrar la presencia en nuestras vidas de estos seres que tan importantes son para nosotros, sin embargo, como todo en este año, el festejo se hará en el marco de una pandemia especialmente dura para las personas de la tercera edad y por ello, en U-Storage quisimos reflexionar un poco sobre la huella de los adultos mayores en la sociedad.

 

Retomando la tradición cristiana, en muchos países del mundo, el Día de los Abuelos se celebra el 26 de julio, santoral de San Joaquín y Santa Ana, quienes fueron los abuelos maternos de Jesús, pero, en México, el 28 de agosto es, desde 1983, oficialmente el Día de los Abuelos, una efeméride que busca destacar el rol fundamental que estos miembros de la familia juegan en nuestras vidas.

Abuelos

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas nombró al 1° de octubre como la fecha para girar nuestra atención a las personas de la tercera edad en general.

Así, nosotros en U-Storage aprovechamos el festejo mexicano para dirigir nuestra mirada tanto a este sector de la población como a esta etapa en la vida, a la dicha también, de contar con el amor de los abuelos, esos seres que nos guían de muchas maneras, que nos miman, aman y que muchas veces, se convierten en nuestros segundos o, incluso, primeros, padres.

Y es que, este año, el Día de los Abuelos merece que nos detengamos y pensemos un poco más al respecto del rol tan importante que las personas mayores juegan en nuestra sociedad.

Vulnerables como pocos, este grupo está sufriendo gravemente la pandemia instaurada por la aparición de la COVID-19 en todo el mundo, basta ver la terrible devastación que sufrieron las personas mayores en países como España e Italia a comienzos de este año.

La cosa no es mucho mejor en nuestro país, pues de acuerdo a los datos de la Secretaría de Salud, de los más de 560 mil casos que se han registrado a nivel nacional, alrededor de 110 mil casos de coronavirus corresponden a personas con más de 60 años.

El Día de los Abuelos llega teñido de colores contrastantes, la vida de las personas de la tercera edad se ve amenazada y todos ellos han visto la reclusión y el aislamiento como la mejor manera de ponerse a salvo de una enfermedad de la que nadie se escapa y cuyas consecuencias pueden ser fatales.

Y aunque son muchos los casos esperanzadores de personas de 90 años, 80 años, que han salido adelante, lo cierto es que hay miles que no han logrado superar la lucha, lo cierto es también, que durante las fases más criticas de esta emergencia sanitaria se ha privilegiado la vida de las personas más jóvenes y con más posibilidades de salvación que la de este sector de la población.

Abuela en Pandemia COVID-19

Por esto y por muchas razones más, hoy quisimos aprovechar el Día de los Abuelos y acercarnos a esta etapa de la vida, así que reflexionemos un poco sobre la vejez y sobre la presencia de los abuelos en nuestras vidas.

 

Pensando y repensando la vejez

De acuerdo con la ONU, la edad avanzada de un adulto inicia a los 60 años, seis son las décadas que tenemos que pasar en este planeta para ser considerados adultos mayores y eso, si nos ponemos a pensar, es un largo camino de tropiezos, historias y aprendizajes.

Mucho dice de una sociedad la forma en que trata a sus personas mayores, a los ancianos. Envejecer es parte de la vida, pero, desafortunadamente en el transcurso de la humanidad, este momento por el que la mayoría de nosotros pasaremos no ha sido valorado como debería, todo lo contrario, ha sido rechazado y en muchas de nuestras culturales los mayores han sido relegados, rechazados, condenados a la soledad y al olvido.

¿Por qué? Si todos vamos hacia allá, mucho es por que el “ser viejo” nos recuerda nuestra mortalidad, el hecho de que estamos aquí de manera efímera, otro tanto, es por vanidad, por ensimismamiento. Cuántas veces no volteamos los ojos cuando alguien mayor nos cuenta algo o nos da un consejo, cuántas veces perdemos la paciencia por que esa persona no entiende y cuántas más queremos imponerle las nuevas formas de relacionarnos o los avances tecnológicos sin buscar explicárselos, sin detenernos a pensar lo difícil que puede ser para ellos entender lo desconocido.

Ancianos en México

Una mirada hacia atrás en el tiempo, un acercamiento a las antiguas culturas nos permite ver el papel tan relevante que han jugado los mayores en la formación de civilizaciones. En el progreso del ser humano, la memoria y la experiencia son fundamentales para la creación de naciones y seres humanos que aporten de manera positiva al entorno que los rodea.

En la prehistoria, por ejemplo, cuando los humanos nos organizábamos en tribus, la expectativa de vida era mucho, pero mucho menor y por tanto, las personas con mayor edad eran considerados los sabios, casi con poderes sobrenaturales, se acudía a ellos en busca de cura para las enfermedades, de consejos para subsistir.

Más adelante, cuando las grandes civilizaciones occidentales emergieron, los hombres más grandes fueron los elegidos para mantener el orden y por lo tanto se les respetaba, aunque contradictoriamente, fue en el seno de culturas como la griega donde también, comenzó a imperar el canon de belleza y juventud sobre la vejez y la experiencia.

Adultos Mayores

Con la llegada de la Edad Media y más tarde el Renacimiento, el rechazo a la vejez creció, ser anciano era ser débil y poco útil, pero conforme la expectativa de vida del ser humano fue elevándose esta mentalidad fue virando y ya en el siglo XIX se comenzó a trabajar no sólo en alargar la vida, sino en dotar a los segmentos de edad más avanzadas de calidad y cuidados: la Geriatría y la Gerontología nacieron bajo la lógica de procurar bienestar a las personas mayores.

En las sociedades de hoy, la dicotomía entre el respeto y valoración a las personas mayores y su aislamiento continúa chocando, en México por ejemplo, son muchos los adultos mayores que tienen que trabajar hasta edades realmente avanzadas pues las condiciones no les permiten jubilarse y contribuir de otra forma a la sociedad.

Las imágenes de adultos de la tercera edad sirviendo cafés o empacando comida son muy comunes ya, pero no deberían, estas personas deberían seguir activas, claro, pero no de esa manera, hay otras formas en que pueden aportar al mundo.

En muchas familias, debido a que los padres tienen que trabajar, los abuelos se convierten en los cuidadores primarios de los nietos y claro, en una familia todos deben ayudar, pero para una persona mayor, cuidar a un bebé o niño puede ser un trabajo realmente pesado.

Día de los Abuelos

Mirar a las culturas orientales puede ayudar, pues ahí la veneración a la sabiduría que da la experiencia de vida es gigantesca, es un honor, no una penosa obligación, cuidar y procurar a los mayores, escucharlos, lo mismo, ahí se les integra de manera activa y respetuosa a las actividades, se acude a ellos en busca de consejos y consuelo.

 

Amar a los abuelos es cuidarlos y respetarlos

En un mundo vuelto loco por la aparición de la COVID-19 muchos son los nietos que pasarán este Día de los Abuelos (y muchos otros) lejos de ellos. El riesgo que corren las personas mayores de 60 al contraer la enfermedad ha obligado a muchos a aislarse, a incrementar su soledad, a no poder abrazar a sus nietos, incluso conocerlos si es que han debutado como abuelos durante este 2020.

La situación es complicada, pero la distancia no desaparece el vínculo tan grande que existen entre abuelos y nietos. En momentos de adversidad, los vínculos deben estrecharse, así que si tenemos el privilegio de tener aún a nuestros abuelos, reforcemos ese lazo, no sólo este 28 de agosto, sino todos los días que nos queden juntos.

Abuelos Felices

Las estimaciones de las autoridades sanitarias nacionales y mundiales hablan de que se podrá hablar de un control de la pandemia por coronavirus hasta 2022, así que durante dos años estaremos viviendo en condiciones como las de hoy, tal vez, en algunos momentos las reglas se flexibilicen un poco, habrá otros tantos en que se deban aplicar de manera mucho más rigurosa así que debemos buscar e inventar nuevas formas de disfrutar a nuestros abuelos.

Y junto con apreciar a nuestros abuelos, aprendamos a valorar a todas las personas mayores que nos rodean, hoy más que nunca es bien importante pensar en colectivo, tal vez tengamos algún vecino mayor con él que podamos estrechar la relación, ayudarlo a hacer algunas cosas.

Valorar las palabras que un adulto mayor nos dice, pensarlas a partir de quien vienen, de quien ya recorrió un camino que, aunque seguramente distinto al nuestro, algo de experiencia y luz nos puede brindar: podemos aprender tanto de ellos y ellos de nosotros también, el secreto está en ponerse en los zapatos del otro, no querer imponer, no ignorar su postura o desestimarla por arcaica.

 


 

Feliz Día del Abuelo

Antes de despedirnos por esta semana, sólo nos queda decir: ¡feliz día a las abuelas, a los abuelos! ¡A los que tiene siete nietos, a los que apenas están estrenándose! Gracias por su amor, comprensión y apoyo incondicional.