¿Quieres tener un hogar agradable pero tu mascota sigue masticando y arañando tus cosas hasta hacerlas añicos? O peor aún, ¿orina todo? Echa un vistazo a los consejos y trucos para lograr que tu mejor amigo, muebles y pertenencias vivan en armonía.
¡Ah! Las bonitas y apapachables mascotas: perros, gatos, pericos, hámsteres, la realidad es que nuestra vida sería bastante aburrida y solitaria si no contáramos con su compañía y amor, pero, sí nuestros muebles pudieran hablar ¿opinarían lo mismo?
Tener una mascota es una experiencia maravillosa: amor ilimitado, incondicional, un oído para todo, compañía, consuelo cuando estamos tristes, un compañero en las buenas y en las malas, sin embargo, no todo es color de rosa cuando de mascotas hablamos, sobre todo cuando se trata de mascotas como los perros y los gatos.
Y es que tener una mascota es una gran responsabilidad, después de todo es una vida en nuestras manos, los animalitos caseros dependen al 100% de nuestros cuidados, de nuestra atención y por ello desde el día 1 que llegan a nuestra casa tenemos que acondicionarla para ellos.
Y lo hacemos, o al menos eso creemos o intentamos. Pero, sucede que, pese a que le compraste juguetes, una camita, le das de comer delicioso, dedicas horas a jugar con él, resulta que tu mascota te devuelve cada acción con un poquito o un muchito de destrucción por aquí y por allá.
No desesperes, sí quieres tener un hogar agradable con peludo o peludos incluidos, checa los diez consejos para que tu mejor amigo, muebles y pertenencias vivan en armonía.
#1 – Reglas claras, amistades largas
Pasa con las personas y pasa con las mascotas. Desde su primer día en casa, deben saber que hay reglas: si no vas a permitir que se suban a los muebles debes ser congruente con esto, nunca los debes de dejar subir, si eres laxo con estas reglas ellos se confundirán y el caos se instaurará.
Los animales tienen una memoria muy corta, por lo que no conectarán su mal comportamiento pasado, incluso si fue hace sólo dos minutos, con tus gritos u otro castigo.
En otras palabras, volverte loco cuando encuentras algo destruido no logrará nada, lo que debes de hacer es corregir el mal comportamiento adecuadamente.
¿Cómo?
Con los perritos sirve usar una ligera corrección táctil en el cuello o los cuartos traseros para desviar la atención del objeto, tras esto, comunica con energía y lenguaje corporal que el objeto es tuyo y no de tu peludo.
Con los gatitos, un sonido fuerte suele ser suficiente para que desvíen la atención de la fechoría que están cometiendo, aplaude o golpea firme contra la mesa.
#2 – ¿Cachorrito intrépido? Salva lo que más quieras
Un cachorro es sinónimo de caos, no hay más, tienes que mentalizarte a que por un tiempo tus zapatos y calcetines tienen que ser guardados casi casi bajo llave pues los instintos inquietos y destructores del pequeño “Fido” irán por ellos.
En caso de que tengas alfombras valiosas, muebles de madera o cuero, tal vez algún mueble que hayas heredado de la abuela, te aconsejamos que al menos durante los primeros meses, mientras lo entrenas, los almacenes en una bodega y quites de su alcance así podrás inculcarle disciplina sin perder algo valioso en el camino.
#3 – Igual que tú, ellos necesitan su propio espacio
Las mascotas son seres vivos y tienen sentimientos, de repente necesitan estar solos, también necesitan privacidad y un lugar que sea suyo así que debes proporcionárselos.
Dale a tu mascota un lugar acogedor y relajante en casa. Ya sea en su propia guarida o en una cama blanda, esto le ayudará a tener un lugar donde sentirse cómodos. Tener una pequeña guarida les da a las mascotas un lugar seguro para cuando están nerviosas.
Escoge un lugarcito con luz, solecito si es posible, un lugar agradable donde puedan estar echados o jugando.
#4 – Por tu propio bien: olvídate de la perfección
Tener una mascota es algo similar a tener un niño. Es el fin de la sala impecable, inevitablemente habrá desorden y ciertos daños.
Evalúa tus expectativas. Acéptalo: si dejas a tu perro sólo durante 12 horas o no limpias la caja de arena de tu gato, vas a terminar encontrando sus desechos por donde sea.
¿Qué hacer? Aumenta tu compromiso con tu mascota. Estamos seguros de que eres un cuidador excepcional para tu mascota, pero a veces los perros y los gatos necesitan un poco más de cariño y tiempo.
Asegúrate de que tu amor y cuidados realmente estén satisfaciendo las necesidades de estimulación física y mental de tu peludo de acuerdo con la etapa de desarrollo que está viviendo pues un cachorro nunca va a necesitar la misma cantidad de ejercicio o comida que un perrito adulto o que un perro en la etapa final de su vida.
#5 – No pongas tentaciones en su camino
Di no al cuero, al color blanco o a los colores claros y pasteles. Procura tener muebles resistentes, de microfibra y en tonos fuertes.
Las mascotas siempre serán animalitos con instintos, así que si no quieres que destrocen tus zapatos o sillones debes brindarles opciones adecuadas para masticar y rascar, pues estos comportamientos son naturales e inmutables en ellos.
El espacio de un perro debe tener una amplia variedad de juguetes, incluidos juguetes especialmente atractivos, como cuero sin curtir y huesos largos de carnaza.
Para los gatos, debes darles alternativas de rascado más atractivas que tus muebles tapizados y de madera
La ubicación de los juguetes y los rascadores también es importante: coloca los postes dónde tu gato los quiera, junto a su lugar para dormir para estirarse rápidamente después de una siesta, o junto a la puerta de entrada para una sesión realmente intensa después de que te salude.
#6 – Limpieza libre de riesgos
La aspiradora, tu segunda mejor amiga. Luego del querido “Ringo” la aspiradora será tu mejor aliada pues te ayudará a mantener limpio e higiénico tu hogar.
Junto con una buena aspiradora que te ayude a mantener todo limpio en casa, te recomendamos eliminar de la mira de tu peludo cualquier artículo que pueda correr riesgo.
Las mascotas curiosas, especialmente los cachorros jóvenes, pueden descubrir fácilmente tijeras para uñas, pinzas, joyas, medicamentos o jarrones frágiles así que mantén todas estas cosas fuera del alcance o escondido en un cajón para evitar que las destruya o se haga daño a sí mismo.
Recuerda que a las mascotas les encanta explorar, así que depende de ti estar atento a lo que puedan encontrar, presta mucha atención a lugares como mesitas de noche, aparadores o pequeños cubos de basura en el baño.
#7 – Plantas y niños primero
Los gatos y las plantas no tienen una relación armoniosa, todo lo contrario, los felinos tienen una tendencia por comerse y destruir a las bonitas plantitas sea cual sea su especie, forma y tamaño.
¿Tendrás que decirle adiós al vivo color verde?
No, gracias a los cítricos y al vinagre. Rocía a tus plantitas con un preparado de cítricos y vinagre y verás que mantiene a raya a tus felinos, esto sirve también para las patas de los muebles de madera.
#8 – Siempre usa protección
Si te gusta acurrucarte en el sofá con tus mascotas, pero no te gusta el pelo y la caspa que conlleva, un protector de sofá es una excelente línea de defensa. Los protectores de sofá suelen ser reversibles y lavables a máquina, lo que los hace fáciles de limpiar.
Si decides permitir que las mascotas entren en tu habitación, disminuye riesgos: los gatos, por ejemplo, pueden arañar las esquinas de la cama, por lo que es bueno considerar colocar un poste rascador en una de ellas.
Mantén abierta la puerta de tu habitación, para que puedan llegar a ti si quieren, pero que también se sientan cómodos quedándose donde están sabiendo que tienen esa opción si la quieren.
#9 – Descarta problemas médicos
Es importante averiguar si el mal comportamiento es el resultado de un problema físico que experimenta tu mascota y que tal vez no pueda controlar.
Un perro puede ensuciar el interior debido a problemas de incontinencia, cambios en la dieta, medicamentos, dificultades relacionadas con la edad, malestar gastrointestinal o problemas de ansiedad.
Del mismo modo, las infecciones del tracto urinario y la insuficiencia renal pueden hacer que los gatos produzcan más orina o aumenten la urgencia de orinar, lo que provoca que tengan accidentes.
Masticar o rascar excesivamente puede tener su origen en problemas médicos, así que habla con su veterinario sobre cualquier cambio en el comportamiento.
Los animales no destruyen por que sí o por malicia, la realidad es que nuestras mascotas también pueden sufrir de ansiedad o de estrés y morder o arañar puede ser la forma en que expresan su malestar o disgusto.
No hay mejor forma de proteger tus pertenencias que atendiendo a tu mascota, procura sacarlo a pasear lo suficiente (dos o tres veces al día), que tenga juguetes o estaciones rascadoras.
Dales premios y felicítalos cuando llegues a casa y encuentres todo en orden, no los castigues si es lo contrario pues les generarás más ansiedad y entrarán en un círculo vicioso que no será bueno para nadie en casa.
#10 – Premios para los bien portados
Así como los castigas cuando hacen algo inadecuado, tus mascotas necesitan ser premiadas cuando entiendan que algo está mal y dejen de hacerlo.
Si tus mascotas se acomodan en un sofá, una silla o una cama fuera de los límites, prueba el refuerzo positivo para enseñarles a mantenerse alejados de los muebles.
Usa órdenes verbales para que bajen de un salto o muévelos suavemente al suelo, felicítalos o dales una golosina para reforzar la idea de que mantenerse alejado de los muebles es el comportamiento correcto, también puede ser útil distraerlos rápidamente con un juguete o una actividad.
Las mascotas son lo mejor, pero también tiene que adaptarse a la casa a la que llegan y la casa tiene que ser recíproca con ellas, así que no olvides tener paciencia y ser consistente en la forma en que vas poniendo límites y estableciendo las conductas que tu peludo tiene permitido dentro de casa.
En caso de que muchas veces te preguntes por qué tu peludo es tan extraño, puedes averiguarlo aquí.