Subirse a la ola del estrés es tan sencillo que muchas veces ni lo notamos y, cuando se habla de una mudanza, estamos seguros, más de uno ha sido revolcado una y otra vez, sin embargo, queremos ayudarte a que esto no vuelva a pasar, así que van los consejos para bajarle tres rayitas al estrés que te produce tu cambio de casa u oficina.
Mudarse es un proceso lleno de emociones encontradas. Por un lado, es el comienzo de una nueva y emocionante aventura, el primer paso hacia una nueva ubicación con la oportunidad de explorar y conocer gente, pero, por el otro lado, viene con muchos cambios, y los cambios, no nos dejaran mentir, produce estrés.
¡Horror! Te ahogas de estrés y la presión, y entonces no estás disfrutando todo lo increíble que puede ser entrar en una nueva etapa de tu vida, sólo te abrumas más y más, y no alcanzas a comprender por qué, no vislumbras los elementos que hacen que toda esa tensión se eleve y por tanto, no consigues liberarte de ella.
Nosotros no somos doctores, ni psicoanalistas, pero sabemos una que otra cosa sobre las mudanzas, no sólo por que ese es nuestro giro, si no por que realmente nos importa mucho acompañar y ser los mejores aliados que nuestros usuarios pueden tener en términos de mudanzas y auto-almacenaje.
Así que juntamos nuestros conocimientos y nos dimos a la tarea de investigar algunas de las razones más comunes por las cuales una mudanza tiene este estresante efecto en mucha gente, queremos explicártelo y luego, darte uno que otro consejo para que puedas lidiar con él y así disfrutar el cambio que vives.
Dicho esto, prepárate, por que en U-Storage estamos a punto de decirte cómo puedes bajarle tres rayitas de estrés a tu mudanza.
¿Por qué me agobia mudarme?
¿Qué hace a una mudanza tan estresante? Lo cierto es que no hay un elemento en particular que lo haga, todo lo contrario, suelen ser un montón de pequeños detalles y situaciones que se van sumando, es el conjunto de cosas las que hacen al cambio de domicilio una de las acciones más estresantes que pueden existir en la vida de todos nosotros.
Y cuando llega, se instala y paso a pasito nos va afectando nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestra capacidad para pensar con claridad y esto nos conduce a comportarnos de manera distinta y poco certera, de repente experimentamos dificultad para concentrarnos, para organizarnos, para recordar cosas, comenzamos a ser personas que ven el vaso medio vacío, a ratos completamente seco, no podemos evitar ver las cosas con un velo de pesimismo y nuestra capacidad para tomar buenas decisiones se merma pues nuestro juicio está nublado.
El resultado: no paramos de preocuparnos hasta por que la mosca voló y eso podría traer una consecuencia grave a nuestra vidas, recuerda, no pensamos con claridad.
Toda mudanza significa un salto a lo desconocido, no sólo tu dirección será diferente, llegarás a un lugar con una distribución distinta y por tanto el diseño de tu casa u oficina mutará, incluso puede ser que esta mudanza signifique un cambio de ciudad, de trabajo, de circulo cercano.
Es inevitable, como inevitable es que nos asuste un poco, nos cause ansiedad, aunque sepamos que es lo mejor que puede pasarnos en ese momento.
A esto, hay que sumarle la cuestión económica, la inversión que significa mudarse, incluso si eres un fanático de la vida minimalista y puedes acomodar todas tus posesiones en la parte trasera de tu automóvil, todavía hay costos asociados con la mudanza a una nueva casa o departamento.
Para muchas personas, el dinero, o la falta de él, es una gran fuente de estrés así que utiliza nuestra guía para crear un presupuesto realista, es lo mejor que puedes hacer para tener un panorama más completo de todo los gastos que se vienen.
Y ¿que nos dicen del tiempo? ¡Mudarse lleva mucho tiempo! Ya sea que te estés mudando fuera del estado, al otro lado del mundo, o simplemente al final de la cuadra, te llevará tiempo establecerte, acostumbrarte a tu nuevo entorno y fluir con él.
Es como si tuvieras que poner un poco en pausa tu vida mientras te ocupas de todos estos cambios.
¿Cómo sé que estoy estresado?
Pequeñas dosis de presión son buenas en la vida, nos impulsan a ponernos plazos, a cumplir con tareas complicadas, pero es fácil perder el control si no sabemos cuales de nuestras reacciones son impulsadas por el estrés, cuándo actuamos acelerados por él, así que es muy importante reconocer cuando lejos de empujarte hacia adelante, lo que está haciendo es anclarte o direccionarte hacia el lugar incorrecto.
Si te sientes demasiado estresado, puedes comenzar a notarlo en tus emociones. El estrés emocional de mudarte a menudo ocasiona que te aísles y no quieras socializar, que te sea complicado relajarte, respirar, puedes llegar a experimentar cambios de humor abruptos, de un momento a otro puedes estar enojado, triste, abrumado, sentir que vales poco, que no puedes con la situación.
A esto, se pueden sumar síntomas físicos, el estrés puede llegar a ocasionar que sientas dolor de cabeza, te puede quitar el sueño, robar la energía, bajarte las defensas y dejarte expuesto a enfermedades.
Cuando el estrés afecta cada parte de tu cuerpo y mente, no es de extrañar que pueda comenzar a manifestarse en tu comportamiento, de repente podrías tratar de evitar cumplir con tus responsabilidades, no comer o comer de manera excesiva, subir tu consumo de alcohol.
Si no prestas atención, podría hundirte. No es un juego y es algo que requiere de tu atención.
¿Cómo manejar el estrés?
Cuando el estrés llega a ser demasiado, puede afectar negativamente nuestra salud mental y física, pero, no te estreses por el estrés, ocúpate de volver a encaminarte, pon el foco en mantenerte saludable y hacer de la transición algo suave, ¿cómo?
A continuación, los consejos de U-Storage para bajarle tres rayitas al estrés de una mudanza.
1.- El secreto es la buena actitud
El estrés excesivo puede hacernos pesimistas y ese pesimismo sólo nos ocasionará más estrés, es como si estuvieras en un pantano y cada movimiento que hicieras por salir te hundiera un poco más.
Así que cuando te mudes, respira, y adopta una actitud positiva al respecto, concéntrate en lo bueno que viene: conocerás otras personas, explorarás una nueva área, quizás encuentres un nuevo restaurante preferido, un gimnasio con un entrenador genial, otros hobbies, piensa en eso, siempre que sientas que estás perdiendo el control.
Trate de recordar que la transición en sí es solo temporal. Sólo tendrás que mover todas tus cosas una vez y listo. Recuerda, hubo una vez que tu hogar actual fue nuevo, recuerda que ya viviste esto y lograste llegar al final del túnel.
2.- Operación indagar e investigar
Una de las razones por las cuales mudarse es tan estresante es debido a todos los cambios importantes que ocurren, esto empeora si hacia donde te mueves es un lugar desconocido, así que para quitarle ese miedo saca al detective que todos llevamos dentro y enfócate en descubrir tu nueva ubicación.
Realiza pequeñas expediciones en tu nueva colonia, investiga las mejores rutas de acceso, dónde está la farmacia más cercana, el mercado, un parque. Recorre tu barrio una tarde y ve sintiendo su ritmo, visítalo un fin de semana para que veas esa faceta también, explóralo y descubre todo lo que tiene que ofrecer.
3.- La importancia de cerrar ciclos
El apego es muy importante para el ser humano, es uno de los elementos más importantes, no sólo nos apegamos a las personas, también a las rutinas, a los lugares y a las cosas, así que desprendernos de todo de un jalón puede ser complicado.
Racionaliza esto y pon en tu mente la mejor canción para decir adiós a tu recámara, a tu cocina, a tus vecinos, tus lugares favoritos, es vital que lo hagas para poder seguir adelante.
Si te mudas lejos y es posible que no veas en mucho tiempo a ciertas personas o lugares, quizás nunca, despídete sinceramente y al mismo tiempo trata de que los últimos recuerdos de tu antiguo hogar sean buenos, entrañables, no permitas que el estrés y la ansiedad te invadan e impidan que disfrutes el lugar que dejas por última vez.
Esperamos que estos consejos te ayuden a mantener la calma durante todo el proceso de mudanza, pero, en caso de que no sean suficientes, considera ir a terapia, un especialista puede darte más herramientas que te ayuden a enfrentar la situación. Hablar con tus amigos y con tu familia es de gran ayuda también, el sólo decirlo en voz alta puede ayudar a que veas todo con otra perspectiva.
Con el afán de ayudarte un poco más a no sufrir de estrés en tu mudanza, por acá te dejamos todo lo que NO debes hacer, te recomendamos que lo leas, puede evitar que cometas errores y todo sea más ligero.