¿Niños en casa? ¿Cansado, cansada del desorden que al parecer causan los niños y que todos sufren como consecuencia? Pareciera que lograr que el resultado de la suma hijos + casa = orden es una misión imposible, ¿cierto? Por supuesto que no, no existen imposibles, bueno, al menos en materia de orden y menos cuando lees los consejos que tenemos para que vivas con niños ordenados en casas ordenadas.
Sabemos que educar a unos pequeños, trabajar, mantener la casa en orden y limpia es algo realmente desgastante, que es demasiado, que a ratos piensas que ya sólo vives para cumplir con tus responsabilidades y te olvidaste de disfrutar tu estancia en este mundo.
Mantener una casa al día no es sencillo y entre más habitantes tenga el desorden se duplica, triplica, pero si estamos hablando que uno o más de los habitantes son niños o adolescentes, todo se potencializa aún más, por eso hoy queremos darte algunos consejos para que tus niños sean ordenados y por tanto tu casa también.
Comencemos.
Como en la evolución, la clave del orden es la adaptación
En efecto, en la evolución de la distintas formas de vida la regla de sobrevivencia es adaptarse o morir, y bueno, sabemos que es complicado que el desorden cause el fin de tu familia, aunque, pensándolo bien, una casa desordenada provoca estrés y el estrés nunca es bueno para la convivencia…
Bueno, el punto aquí es que lo primero que tienes que hacer para que tu casa se conserve ordenada es adaptarla, en la medida de lo posible, a sus pequeños habitantes.
Designa áreas en las que puedan jugar, paredes o espacios en los que puedan pintar, integra un espacio para que ellos hagan la tarea junto a ti mientras trabajas, coloca aquellas cosas que sepas ellos usan en lugares realmente accesibles.
Ayúdalos a que no hagan tanto desorden, pensando el orden de la casa en función de sus actividades o necesidades. Por ejemplo, si sabes que siempre que llegan de la calle se quitan la chamarra, los tenis, la gorra y lo dejan todo botado, pon percheros y zapateras en la puerta de entrada, de esta manera será mucho más sencillo para ellos colocar las cosas en el lugar que deben que botarlas por toda la casa.
Se trata de que dirijas su desorden para que no sea tal, si designas un espacio específico de la sala para que puedan jugar, con alguna alfombra de foami y colocas ahí mismo un juguetero, los estarás condicionando para que jueguen ahí y tengan al alcance de la mano el repositorio donde dejar todo cuando hayan terminado.
Cada cosa en su lugar
Así es como la vida debe de ser, sin embargo, con niños, el deber ser es difícil de alcanzar.
La ruta que recomendamos para lograr esto es bastante sencilla, lo que necesitas son fundas de almohadas o sacos de tela de distintos colores, si eres muy “Cositas”, bórdale a cada uno el nombre de cada habitación que existe en tu casa (sala, oficina, cocina, etc.), si no, escríbelo con un marcador indeleble.
Cuando ya tengas estos saquitos, designa un lugar para ellos en el cuarto al que corresponden. Ahora va la parte genial, con tus hijos y los sacos realiza un recorrido por toda la casa y pídeles que vayan poniendo las cosas que están fuera de su lugar en el saco de la habitación en la que deben de ir.
Una vez que hayan llenando los sacos, regrésenlos a la habitación en la que viven y vacíenlos, luego, pongan cada cosa en su lugar. Edúcalos para que está sea su responsabilidad diaria, señalándoles que el tiempo que les llevará realizar esta tarea dependerá del desorden o reguero que dejen.
El orden es divertido
¿Qué opinas de nuestra actividad anterior? Está padre, ¿no?
Pedirles a tus hijos que sean ordenados no quiere decir que los tengas que sentar en el sillón y platicar con ellos largas horas al respecto, mucho menos gritarles o regañarlos cuando el caos desató tu furia.
Ya lo dice la sabiduría popular “se atraen más moscas con miel que con hiel”, así que lo mejor que puedes hacer es convertir el orden en un juego, en una dinámica familiar que signifique pasar tiempo de calidad juntos.
Involúcralos en las actividades que la casa necesita, claro, tomando en cuenta su edad y sus capacidades. Dales responsabilidades claras que sólo dependan de ellos y no sólo que involucren recoger sus juguetes cuando terminen de jugar, ve más allá.
Una gran forma de comenzar a educarlos en el camino del orden es que hagan sus camas solos, todos los días, antes de iniciar sus actividades, conforme vayan creciendo podrían ser los responsables de lavar los trastes o poner la mesa cuando toque comer.
Con respecto a sus pertenencias, procura que su cuarto esté lleno de cajas accesibles para ellos y con etiquetas que les permitan entender para qué están destinadas. Te recomendamos que les dibujes un diagrama o tomes una foto de su habitación ordenada y la pongas en un corcho para que se acostumbren a consultarla y así, a mantener su cuarto ordenado.
Minimalismo infantil
Hemos hablado ya en varias ocasiones sobre el minimalismo como filosofía y estilo de vida, también cuando escribimos sobre los métodos probados para vivir en una casa en regla, pero hoy lo queremos trasladar a lo que significa educar a niños bajo este pensamiento y la forma en qué esto se traduce en que tus hijos sean ordenados.
Se trata que desde que nace no los llenes de cosas que no necesitan, que aprendan a valorar sus pertenencias y no generarles esté vínculo que parece estar enraizado en nuestra sociedad, ese que mide el valor de las personas de acuerdo a sus posesiones y no a lo que aportan, a su historia, sus sentimientos.
Decirle que no a tus hijos cuando te piden les compres la muñeca número 21 no los va a marcar de por vida, pero tal vez tener sólo 2 muñecas haga que realmente las valoren, las cuiden.
El minimalismo nos dice que tenemos que poner nuestra atención en las personas, las sensaciones, en lo que realmente necesitamos y sentimos y dejar de perdernos en el consumismo voraz, suena como algo que desearías que tus hijos piensen, ¿no?
El plus de todo es que no tendrás, ni ellos, que recoger 1,476 juguetes, el orden de su habitación será mucho más sencillo de mantener.
Limpiar es una rutina que es mejor cuando es familiar
Cuando hace una semanas abordamos el tema del orden cuando un bebé llega a casa, lo primero que dijimos era que las familias son cooperativas que tienen que estar unidas y ayudarse, por supuesto, esto también se aplica cuando el bebé ha crecido.
Se trata de involucrarlos con el orden más allá de sus pertenencias, un poco como lo que te sugerimos con asignarles tareas como lavar los trastes o poner la mesa, pero acá es para cuando toca hacer limpieza general.
Planifica las actividades de limpieza de acuerdo a la frecuencia con la que se tienen que hacer, hay tareas que se tienen que hacer diario, hay otras que puedes dejar para una vez a la semana, otras más que bastará que se hagan una vez cada mes o dos, finalmente habrá actividades que sólo harán una o dos veces al año.
Para que tengas todo bien mapeado, divide una hoja en cuatro o cinco columnas y ve llenando cada columna de acuerdo a los tiempos, luego ve asignando responsables para cada tarea de acuerdo al grado de dificultad y edad.
Pero no se trata de que le des su lista a cada miembro de la familia y a rascarse con sus propias uñas, no, se trata de que todos se ayuden a lograr cumplir con sus tareas, sobre todo cuando toque hacer las actividades semanales, mensuales o anuales.
Procuren hacer sus tareas al mismo tiempo, de esta manera podrán ayudarse, pasar un tiempo en familia, disfrutar juntos de la satisfacción que da cuando la casa está limpia y todos cooperaron.
La vida no es perfecta, así que las casas tampoco
Muchas veces, los adultos ponemos estándares muy altos e imposibles de alcanzar, la perfección no existe, así que no esperes de tus hijos eso que sabes no pueden lograr.
Los niños se estresan, se exigen cosas que no pueden o no saben conseguir, y si bien, enseñarles el valor del orden es muy importante, también lo es, educar niños seguros de sí, felices y tranquilos así que un poco de desorden nunca vale un regaño o castigo que los lastime o marqué en su vida.
Procura respirar siempre que te enfades con ellos porque no guardaron los peluches luego de jugar a la estación de bomberos, pídeles que lo hagan, ayúdalos incluso a hacerlo, explícales las consecuencias de sus actos y no solamente los castigues.
Las casas impolutas no existen, ni siquiera cuando no tiene habitantes pequeños, la vida es desordenada, así que las casas también, la meta es que todos vivan en un hogar que se pueda disfrutar, que sea sano y limpio, así que si un día todos están muy cansados al terminar de cenar, los trastes pueden esperar para cuando hayan recargado energía, la jirafa Jerry puede dormir en el sillón esa noche, mañana volverá a su juguetero.
Esperamos que estos consejos te ayuden y logren que tu casa sea un espacio en equilibrio donde todos se sientan a gusto, ahora que si tu realidad es que ese espacio está por cambiar por que se mudan, acá van nuestros tips para lograr que fluya con todo y niños incluidos.