La vida de hoy en día nos empuja a pasar más tiempo en casa, pero, ¿qué pasa si en casa no hay espacio para estar tranquilo? ¿Eres acumulador y no te habías percatado? No te preocupes, hoy en U-Storage queremos ayudarte a vivir ligero, ¿cómo? Siguiendo estos sencillos consejos para no acumular y gozar de tu casa.
Estamos por entrar a octubre, y si, la pandemia por coronavirus continúa, peor aún, seguirá un buen rato más, al menos, el resto de este difícil 2020, así que tenemos que resignarnos y aceptar que pasar más tiempo en casa es lo más sensato que podemos hacer.
Si, lo sabemos, llevamos meses en esto y aunque cada vez hay más cosas que son permitidas, lo cierto es que nada es como antes: claro, ya podemos ir al cine, al teatro, vaya, esta semana (al menos en la CDMX) los gimnasios han vuelto a abrir, pero recordemos que es con un limite de aforo y que la COVID-19 no se ha ido a ningún lado.
Todo lo contrario, en muchos países que ya habían superado la primera ola, la segunda está comenzando a hacerse presente y con ello, las limitaciones y las restricciones severas han vuelto. A nivel mundial, el número de contagiados ya ha rebasado los 30 millones, las muertes están muy próximas a llegar al primer millón, y ¿México?
Pues bien, en nuestro país seguimos en la nada apacible meseta de la que parece no saldremos: prácticamente todo el país se encuentra en color naranja, lo que quiere decir que el riesgo de contagio continúa siendo alto. En cuanto a números, el gobierno federal ha informado que estamos por rebasar los 700 mil casos confirmados, de estos, se estima hay poco más de 33 mil activos y el acumulado de casos fatales está por alcanzar las 74 mil.
La cosa continúa siendo grave para todos y aunque la velocidad de esparsión del virus ha disminuido y llevamos siete semanas a la baja, lo cierto es que el peligro de un rebrote masivo continúa muy latente, así que, aunque tengamos oportunidad de realizar más cosas fuera de casa, la realidad es que tenemos que seguir optando por pasar más tiempo en ella.
Pero resulta que desde que inició ésto y tuviste que encerrarte en casa te diste cuenta de que no hay espacio para estar, que tus cosas ocupan cada rincón, cada centímetro, o bien, te tienes que mudar y te acabas de percatar que llevas años guardando cosas inútiles o sin mucho sentido, ¿eres acumulador?
Si alguno de estos escenarios te suena aunque sea un poquito familiar (y probablemente lo sea por que todos llevamos un acumulador adentro), te recomendamos que sigas leyendo, pues queremos ayudarte a que vivas ligero y por ello, te traemos algunos consejos que te ayudarán a no acumular y gozar de tu casa.
¿Por qué acumulamos?
Los seres humanos nos relacionamos con todo a través del apego, del arraigo: a otras personas, a las costumbres y rutinas, a las cosas, de ahí que sea tan difícil para nosotros terminar relaciones, lidiar con los duelos, aceptar (o propiciar) los cambios y si, deshacernos de cosas que no necesitamos.
A esto, le tenemos que sumar que vivimos en una sociedad capitalista y consumista que nos empuja a cambiar de ropa cada dos meses, a tener mil y un gadgets que nos faciliten la vida, a poseer el dispositivo electrónico de última generación.
La mayoría de nosotros, aceptémoslo, tenemos más de lo que necesitamos, ¿vives sólo pero tienes una vajilla para 25 personas por si acaso? ¿Guardas los cuadernos de la universidad pese a que saliste hace 15 años? ¿Cada recuerdito de 15 años, bautizo, primera comunión ocupa un lugar en tus repisas? ¿Tienes aún esas botas que la primera vez que te pusiste te lastimaron y no volviste a usar desde hace tres años?
¿Por qué lo hacemos, por qué acumulamos? Por apego, por pereza a ordenar, por que tal vez, algún día podamos necesitarlo…
Hay mil pretextos, sin embargo, hay mil y una razones para que nos decidamos a dejar de acumular y optemos por una casa más ligera.
Primero que nada, cuando tenemos mucho de todo perdemos de vista cosas valiosas, nuestro espacio está saturado y buscar algo significa una inversión de tiempo que a veces, no tenemos, incluso cosas que realmente nos gustan o que nos son de gran utilidad pueden caer en el olvido entre una montaña de cositas sin sentido.
Otra cosa que nos otorga el vivir ligero es que nuestro espacio vital se expande y lo podemos usar de mejor manera, perdemos elementos pero ganamos comodidad, renovamos la energía, permitimos que ésta circule, los arreglos que se necesitan son mucho más sencillos de realizar, incluso podemos lograr que la casa se vea mucho más amplia y con luz. Un elemento más: realizar las tareas domésticas es más fácil y la casa se mantiene limpia mucho más tiempo.
Todo suena muy bien, pero, ¿cómo lograrlo? A continuación, te damos nuestros mejores consejos.
- La clave es la motivación
Ya te dimos una serie de razones por las cuales decir no a la acumulación es algo positivo para tu vida y casa, sin embargo, es indispensable que realices tu propia lista, ella será tu fiel aliada para los momentos en que sientas que siempre no quieres deshacerte de cosas.
¿Cuáles son las consecuencias negativas de tu hábito de no tirar nada? Tal vez, no te sientes cómodo recibiendo a amigos, o, nunca encuentres nada aunque pases una hora buscándolo. Escribe todo lo que te venga en mente y cada que tengas una duda, ve a tu lista y reafirma tu decisión.
- Clasifica, clasifica, clasifica
Hecha tu lista de motivos, ahora tienes que elaborar un sistema que te ayude a visualizar todas tus cosas y organizarlas en dos grupos: aquello que quieres conservar y aquello que se va.
Hacer un inventario te permitirá identificar de manera mucho más sencilla todas las cosas prescindibles con las que cargas sin darte cuenta. Te recomendamos ir haciendo inventario por habitación y comenzar con lo más grande: muebles, alfombras, trastes, aparatos electrónicos.
Cuando llegues a la ropa, sigue la regla de un año sin usar, es decir aquello que no hayas utilizado en el último año de tu vida, velo poniendo en la pila del adiós.
Con los recuerdos, adornitos, es complicado pues realmente nunca fueron útiles, se han quedado con nosotros por razones sentimentales, sin embargo, tal vez, la colección de revistas ERES de tu adolescencia sea algo que sólo ocupa espacio, con todo y que te recuerde una época tan especial, ¿qué opinas de guardar sólo un número?
Vacía los cajones en alguna superficie amplia y comienza su clasificación, define la importancia de las cosas, esas notas de supermercado no tienen por que seguir ahí, ¿cierto?
Las cosas rotas, descompuestas y aquellas que guardas por si algún día las ocuparas se tienen que ir, lo cierto es que si realmente las fueras a utilizar ya las abrías pegado o arreglado y el tal vez, bueno, es como el hubiera, no existe.
- Let it go, let it gooooo
Una vez que tengas tu clasificación, libérate y vence tu miedo a dejar ir las cosas. No lo pienses demasiado, si ya lo pusiste en la pila del adiós, déjalo ir, no lo necesitas.
Hay que pensar que hay muchas cosas que tenemos que no contribuyen en nada a nuestra vida, no nos ayudan, no nos dan felicidad, no nos brindan comodidad, a ratos, ni nos gustan, pero han estado ahí desde hace tanto tiempo o, todo mundo tiene uno de esos, ¿cómo voy a ser el único que no?
Comienza a pensar en lo necesario, en la comodidad, antes de invertir dinero, tiempo y espacio en cosas. Para ayudarte con esto, te dejamos nuestra entrada sobre minimalismo, una forma de vida que justamente busca que nos enfoquemos en lo que importa.
- Bye, bye birdie
Lee este consejo al ritmo de la canción homónima, toma la actitud de Ann Margaret cuando se despide de su novio y expulsa todo aquello que acumulaste a lo largo de los años.
Es bastante probable que luego de motivarte, clasificar y dejar ir, tengas una montaña de cosas de las cuales deshacerte, después de todo, de verdad uno no sabe la cantidad de elementos que va guardando hasta que se propone averiguarlo o bien, se va a mudar pues el cambio de casa es el punto de inflexión que nos obliga a cuestionarnos si cada cosa que tenemos en casa realmente vale la pena mudar.
Seguramente dentro de tu montaña de cosas a deshechar hay niveles, es decir, cosas que son realmente basura y cosas que otras personas podrían encontrar útiles o bien, acumular.
Si tu pila de basura es enorme ve tirando cosas poco a poco, al menos una al día, puedes hacer un trato con los del camión o bien con el señor del carrito para que se vayan llevando cargas.
Con las cosas en buen estado tienes tres rutas de expulsión: regalar, vender o donar. Decídete por la que vaya mejor para ti, tal vez son las tres así que subdivide tu pila y clasifica de nueva cuenta, luego manos a la obra, no vayas a dejar esto para después por que el después podría no llegar y entonces esas cosas continuarán en tu casa, no pierdas el impulso, expúlsalas ya.
Como puedes ver, una vida de acumulación puede ser remediada a través de una buena motivación y un poco de trabajo, así que, aprovecha el tiempo que estamos en casa y comienza a liberarte de todas esas cosas que no tiene sentido que conserves.
Ser acumulador no es lo mismo que ser coleccionista y por ello, por acá te dejamos nuestra guía para ser el coleccionista perfecto, ponla en orden y evita que se convierta en una carga.